La existencia de los animales está inextricablemente ligada a determinadas condiciones ambientales (temperatura, humedad, composición del aire, calidad del agua, composición de los alimentos y otras). Estos requisitos se han desarrollado a lo largo de muchos millones de años de existencia de los organismos vivos. Está claro que con un cambio brusco de estos factores o la desviación de la norma requerida por el organismo, son posibles los trastornos metabólicos y, como caso extremo, la incompatibilidad con la vida. Es imposible proteger y utilizar la naturaleza sin saber cómo está dispuesta, según qué leyes existe y se desarrolla, cómo reacciona a los impactos antropogénicos. Es especialmente actual en las condiciones de funcionamiento de los objetos de cría de ganado a gran escala, lo que hace que la presión más fuerte en el medio ambiente por los residuos que acompañan a la fabricación y el procesamiento de la producción de las industrias animales. Minimizar los efectos nocivos de este sector de la agricultura sobre los ecosistemas, mediante el conocimiento de las leyes y principios de la ecología, es una de las tareas del servicio veterinario.